Ideas clave
- Se espera que los datos sobre la inflación y el mercado laboral influyan en las expectativas sobre la política de la Reserva Federal esta semana.
- Los próximos informes sobre el IPP y el IPC muestran la persistencia de la preocupación por la inflación vinculada a los aranceles.
- Las peticiones de subsidio de desempleo y la confianza de los consumidores muestran riesgos crecientes en la economía.
Los datos macroeconómicos vuelven a estar en el punto de mira de todo el mundo, ya que Estados Unidos se prepara para publicar esta semana el nuevo índice de precios al productor/consumidor, las solicitudes iniciales de subsidio de desempleo y el índice de confianza del consumidor de la Universidad de Michigan.
Se esperaba que la combinación de estos informes influyera en las expectativas sobre la próxima decisión de la Reserva Federal.
En el momento de escribir estas líneas, el banco central estadounidense se enfrenta a un difícil ejercicio de equilibrismo. La inflación es estable, pero el mercado laboral muestra signos de tensión. La reacción de la Fed podría afectar tanto a los mercados financieros tradicionales como a las criptomonedas.
Datos de inflación con el IPP y el IPC en el punto de mira
El martes, a mediados de semana, se publicará el Índice de Precios de Producción (IPP). Este informe es importante porque ofrece una visión de la inflación al por mayor. Básicamente mide las variaciones de los precios percibidos por los productores nacionales.
Esto significa que una subida del IPP muestra presiones sobre los costes que luego aparecen en los precios al consumo.
Los economistas prevén un ligero aumento para agosto, y es probable que los aranceles a las importaciones contribuyan a elevar los costes. Un IPP más fuerte de lo esperado mostraría un aumento de la presión inflacionista. Esto añadiría más preocupación a las cuestiones sobre la persistencia del crecimiento de los precios en la economía.

Al día siguiente se publicará el Índice de Precios de Consumo (IPC). Este informe registra los cambios en los precios pagados por los consumidores urbanos por bienes y servicios. El IPC es la medida de inflación más seguida por los responsables políticos y los mercados, y se espera que sea un dato importante.
De momento, los analistas esperan un repunte del IPC de agosto. La subida de los precios de los bienes básicos ligada a los aranceles es el principal motor, y si el IPC confirma una inflación más fuerte, la Reserva Federal podría enfrentarse a una decisión más difícil entre suavizar sus tipos de interés para apoyar el empleo o endurecerlos para contener los precios.
Señales del mercado laboral a través de las solicitudes de subsidio de desempleo
Las peticiones iniciales de subsidio de desempleo, que también se publicarán el jueves, son una ventana al estado del empleo en Estados Unidos.
Este informe semanal contabiliza las nuevas solicitudes de prestaciones por desempleo. Aunque el informe puede ser volátil (y causar volatilidad en el mercado), la tendencia revela la salud del mercado laboral.
Los recientes datos de empleo mostraron la primera pérdida neta de puestos de trabajo desde 2020. Esta fue una de las cuestiones que hizo saltar las alarmas sobre el debilitamiento de la economía y provocó una fuerte volatilidad en el mercado la semana pasada.

Dicho esto, si las peticiones de subsidio de desempleo vuelven a aumentar, la confianza en el mercado laboral caerá aún más. Eso movería la atención de la Fed más hacia el apoyo al empleo.
Un mercado laboral más débil tiende a empujar a la Fed a recortar los tipos para estimular el crecimiento. Por el contrario, la estabilidad o la caída de las solicitudes de reembolso muestran resistencia y reducen la presión para recortes inmediatos.
Sentimiento de los consumidores y expectativas de inflación
El viernes, la Universidad de Michigan publicará su índice de confianza de los consumidores. Esta encuesta mide el optimismo de los hogares con respecto a la economía. También incluye las expectativas de inflación futura, que la Reserva Federal también vigila.
Los analistas esperan que la confianza siga debilitándose en septiembre. Los consumidores se ven presionados por el aumento del coste de la vida. Esto significa que un descenso en este indicador mostraría que los hogares están preocupados (y, por tanto, gastan menos).
TradFi y Cripto bajo presión
Los mercados financieros tradicionales responderán rápidamente a estas publicaciones. Una inflación superior a la prevista en el IPP y el IPC sería negativa para las acciones y los bonos.
Esto se debe a que los inversores supondrían que la Fed necesita mantener los tipos altos, lo que frena el crecimiento y reduce los beneficios.
Al mismo tiempo, los débiles datos de solicitudes de subsidio de desempleo podrían proporcionar cierto alivio. Si el mercado laboral parece frágil, la Reserva Federal podría recortar los tipos antes. Ello reduciría los costes de financiación y podría elevar las cotizaciones bursátiles.
Por último, el mercado de criptomonedas se ha vinculado más a los datos económicos de Estados Unidos. El bitcoin y otros activos tienden a moverse en línea con los índices bursátiles cuando se producen cambios macroeconómicos.
Dicho esto, la inflación sigue siendo un arma de doble filo para las criptomonedas. Por un lado, una mayor inflación desata el sentimiento de aversión al riesgo y reduce la demanda. Por otro lado, el Bitcoin se considera a veces una cobertura frente a la devaluación de la moneda y podría resultar atractivo para algunos inversores.